domingo, 26 de mayo de 2013

Comer es también viajar

Afueras de la Medina, muchos restaurantes, 
no todos higiénicos
Era de noche en Marrakech, parte del grupo de viaje se había quedado en Madrid por cumplir con una de las clases de derecho procesal penal; yo era una de las paviolas. Aquella noche, me encontraba utilizando el wifi del hotel, para enterarme de las últimas. Mi amigo, Jelle que se había quedado y que viajaría al día siguiente, me decía que nada sorprendente había acontecido, que mejor le contara lo que había hecho. Creo que si hubiese tenido una cámara hubiera visto y escuchado el ¡plop! al caer de su silla, cuando a la pregunta: "¿Dónde comieron?", le respondí: "KFC en una plaza con un nombre raro. Sabes, la receta del Coronel Sanders no sabe igual, tiene muchas especias".
"¿Cómo no probaron la comida típica del lugar?", me ripostó, "¿Cómo viajan a un sitio y no prueban sus cómidas títpicas?".

Tajín de pollo con entrada de aceitunas
Quedé absorta, porque tenía razón, pero la causa por la que el grupo no comió su comida la primera tarde, era por el pavor de quedar intoxicados.

Cuando buscábamos alimento en la Medina, vendían pescado frito, guardado en una caja de plástico trasparente, que tenía un foco amarillo en el tope. Dentro de la caja había varias moscas, más de cinco.

Ese escenario hizo que buscáramos, lo universal o lo más conocido y es lo que por lo general hacen algunas personas, que no conocen y no tienen ganas de experimentar. Como dice mi padre en aquellos momentos: "cuando vayas a comer ve a lo seguro, pide pollo".

Tajín de uvas pasas con cordero,
servido en el plato que le da su nombre
Cuando llegó Jelle, vino acompañado con una guía de la ciudad, con atinadas explicaciones sobre la ciudad, clases de comidas, qué hacer. Un guía gratuito, para un grupo algo perdido. Así, descubrimos que el Tajín es un guiso que puede ser de pollo, de cordero o de marisco, servido en un plato de arcilla con tapa triangular para conservar el calor, es uno de sus platos típicos.

Probé el de pollo (bastante light, todo estaba sancochado al vapor y bajo en sal) y el de cordero con salsa de uvas pasas, que estaba fenomenal y se convirtió en mi favorito. A partir de ese viaje, no olvido el consejo de Jelle y siempre lo empleo.

La mejor plaza para comer en Marrakech
 es de noche en Yamaa el Fna
Comer es también viajar a lugares, donde tu paladar no está acostumbrado o sencillamente desconoce. Es adentrarse de una forma más íntima al país o ciudad que estás conociendo, relacionarse con sus sabores, podrá ayudarte a comprender un poco mejor su cultura. La historia detrás de cada comida es interesante.

Una recomendación, es conocer los platos típicos y con una guía y ubicar los sitios que estén acorde con nuestro presupuesto. De esta manera, comencé a probar comidas típicas. Al final, su precio era mucho mejor que el KFC y sobretodo me fui con el sabor de haber probado algo auténtico de esta ciudad.

Cerveza Casablanca, en un Riad de Marruecos
Los que me conocen, saben que mi pasión son las cervezas, así que probé algunas. La población en Marrakech, es en su mayoría musulmana; el licor está prohibido, pero eso no fue obstáculo. La cerveza, marca Casablanca tenía cuerpo, sabía bastante bien para ser de un lugar donde el licor no es bebida oficial. Eso sí, lo prohibido es costoso y recuerdo que por seis euros probé una de ellas, pero me supo a gloria en aquel desierto.

Al regresar a Madrid, comenzaron las investigaciones gastronómicas, así que me di la tarea de degustar a profundidad las tapas.  Irse de tapas, es adentrarse a otra dimensión, vas con tus amigos a charlar, a realizar un pre calentamiento de parranda, vas de bar en bar probando pequeñas raciones de alimentos, que van acompañados con vino, Tinto de verano (mezcla de vino con soda blanca o de marca Fanta o Squirt), Calimocho (mezcla de vino con Cocacola), cerveza y pocas veces con bebidas no alcohólicas  Es una especie de pequeño aperitivo que se baja con estas bebidas.

Pinchos de cerdo con tinto de verano.
Tapeando en Ávila
La historia de la tapa, según me comentaron algunos españoles y por ahí googleando, surge con Alfonso X el sabio, quien tapaba su bebida de vino con una rodaja de pan para evitar las moscas o mosquitos. Otros dicen, que surgió con la guerra civil española. Sea cual fuere su origen, representa una manera de pasarla bien y parte de la identidad de aquel país. Ejemplo de tapas pueden ser: papas bravas (papas rociadas con una salsa un tanto picante), aceitunas, rodajas de jamón, tortilla española (especie de tarta de huevo con papas) entre otras.  España, tiene una importante gastronomía, donde sus quesos, sus jamones y sus vinos, nunca los olvidaré.

Fish and Chips
Era mitad de año cuando emergió aquella revelación, así que le tocó el turno a Londres. Ahí conocí su clásico plato fish and chips.  Es pescado frito, con papas fritas, nada singular, me recordó al pescado frito de la Playa Veracruz de mi ciudad, sin embargo, este pescado es servido en un papel que simula el periódico, pero que en tiempos memorables era así. También, son famosos por sus salchichas con puré de papas y gravy, además de sus postres. Estos dos platos me gustaron mucho, por su sencillez y sabor. Con una cerveza negra en un pub, culminó mi viaje gastronómico en aquel país.

Salchichas inglesas servidas en gravy y puré de papas,
en una cama de masa de harina
Y así fue la sucesión de comidas, gracias a Dios, no subí de peso, pero entre los helados, pastas y pizzas de Italia; la paella valenciana y las tapas de España; los crepes de París; el dulce de Belén de Portugal; las cervezas y chocolates de Bélgica, se podría trazar una ruta en la que se puede ir y venir cuando quieras, ahora con la globalización.

Degustar las comidas típicas de un país, es un viaje que no requiere pasaportes, ni pasajes. Una vez que pruebas aquel bocado quedará registrado en tu memoria y siempre podrás regresar.


A ver, ¿qué dice ahí?
Aunque no lo creas dice: Cocacola








2 comentarios:

  1. Excelenteeeee el viaje gastronómico!!! En Berlín probé las frankfurther y los brathurst (salchichas alemanas) y también los Kebab, gracias a la gran poblacion turca que esta en el área. El Yorkshire pudding, del cual hablas fue una sorpresa probarlo... aunque demasiada papa y pan para mi gusto!

    ResponderEliminar
  2. Como no recordar aquellas salchichas eso sí que era grande. Son ricas las salchichas alemanas. El Kebab fue mi comida favorita en mi año de viaje y pensar que en Panamá hay pocos sitios.

    ResponderEliminar