¿Diario de viaje o fotografías?

Mapas, pasajes y comentarios puedes agregar

En uno de mis viajes conocí a un joven español que llevaba un diario de sus viajes, lo que vivíamos en aquel momento era tan especial, sobre todo porque jamás pensábamos que pisaríamos aquel país: Egipto. Su ida como la mía fueron por mera cosa del destino. 

Él, en medio de la crisis española, tenía unos días libres y aprovechó una oferta "ahogada" y desesperada de un país cuyos turistas se han evaporado por la crisis política actual; en cambio, yo  me encontraba culminando los estudios de una maestría en Madrid. Iba a ser el viaje de graduación de una mis amigas que terminó siendo también el mío. Así, me hallaba con ellos, en Abu Simbel contemplando una de las genialidades de los egipcios.

Puede ser cualquier cuaderno yo elegí este

Había ratos en que quería capturar todo, tanto que tenía que controlarme, pues el lugar era tan especial que merecía detenerse para contemplar y sentir su energía. Ahí fue cuando surgió la pregunta: ¿Diario o fotografías?

En un diario puedes anotar todas las experiencias y lo que sientes, además del itinerario, que se te puede llegar a olvidar con el tiempo, según me expresó mi compañero de viaje.
Yo probé algo intermedio, durante el año que estuve en Europa como estudiante, probé con el clásico diario que se hace cuando estás en secundaria. Aquel donde guardas todo recorte o papelito que te haga recordar el cuándo y el dónde. En el cuaderno hacía mis anotaciones. Guardé de todo, desde el pasaje de bus, tren y avión, los mapas, recortes de restaurantes, todo. Ahora que lo abro, afloran a mí grandes recuerdos, también hice que amistades que ya no veo todos los días escribieran algo en él. Ahora viajero tienes otra alternativa a fin de que descansen las fotografías o las emplees como complemento.