Casa Batlló en navidad, construida por Antoni Gaudí |
La imaginación y creatividad que tienen sus arquitectos resulta increíble. De sus edificios más emblemáticos, el movimiento en las formas, es algo que nunca olvidaré. Una visita a la Sagrada Familia, constata este hecho. Visitarla, es como leer un libro en sus paredes. Recuerdo que era diciembre y por primera vez comencé a sentir el verdadero frío, que ya me habían hablado mis compañeros. Barcelona, para mí era una desconocida que se mostraba con sus estructuras, su historia y su lengua, una energía bastante diferente a Madrid a la cual ya me estaba acostumbrando y que para diciembre me resultaba un tanto gris. (Con el perdón de mis amigos madrileños.)
Caminando por sus calles góticas, me imaginaba princesas, soldados, tenderos, prostitutas, si bien el año en que me quedé en España viví en una ciudad con mucha historia (Alcalá de Henares), me encantó caminar por esas calles y conocer que debajo de ellas había también vestigios romanos, todavía conservados. Ese fin de semana, aproveché todos los sitios turísticos del área, pues era el primer domingo de diciembre y en Barcelona los museos son gratis.
Parte del Frontal de la Sagrada Familia |
Para ese entonces, ya había visitado algunas catedrales e iglesias y estaba comenzando aquel estado inalterable, que les conté en mi anterior post. Es decir, que las catedrales e iglesias, no me causaban tanto impacto como la primera vez. En Barcelona esta situación cambió.
Sin querer me acerqué al Barrio la Rivera, ajena a su historia, me acerqué a una pequeña iglesia para mí, había tiendas, personas alegres, era el fin de semana y mi compañero de viaje me dice desesperado: "quiero ir a Santa María del Mar". Le contesto: "¿La famosa, no es la Sagrada Familia?", "No, esta es otra", me responde: "es una iglesia a la que quiero conocer", nunca había visto tal empeño en él, finalmente la vimos. Por fuera es una iglesia gótica, hermosa y sencilla. Estaba cerrada, para mala suerte de mi compañero, así que averiguamos su horario. Él fue después, yo no. Me conformé con conocer la Catedral de Barcelona o como le dicen allá: Seu, ya que era similar en su estructura y estilo a la Santa María del Mar.
Parte frontal de la Catedral Santa María del Mar |
"La Catedral del Mar", amén de las críticas literarias, te imbuye en esa Barcelona medieval. Con intensidad, el autor relata la historia de fe de los estibadores del puerto que querían construir su propia iglesia. Una, al margen de la opulencia (Catedral de Barcelona), que le diera orgullo a la Virgen. Estos ciudadanos traían piedras desde el monte de Montjuic (está bien lejos les digo) hasta donde está la Catedral Santa María del Mar para su construcción.
La historia es delirante y las primeras 200 páginas se leen, casi que inmediatamente por su fuerza narrativa. Leer la novela me trajo recuerdos de mi viaje a esa Barcelona gótica y al Barrio la Riviera. Fue regresar de nuevo, sin planear, sin pasaporte ni hoteles. Después de leer aquella novela y la historia de superación que tenía; además de confrontar algunos hechos históricos que narraba, pues la historia de cómo se construyó es verídica, me recordó las ganas que tenía mi compañero en visitarla. Le pregunté si había leído esa novela y ahí fue donde todo encajó. La había leído primero y al culminarla se dijo que tenía que conocerla y es que verdaderamente, la historia de su construcción es inspiradora.
La literatura es un viaje con triquete gratis a ciertos sitios, así me pasó a mi con la novela "La Sexta Vía" de Patricio Sturlesse, el viaje del protagonista por toda Europa, causó en mí tanta impresión que sentí que viajaba con él, me metía en monasterios y en la aventura del inquisidor que de perseguidor se convirtió en perseguido. La leí antes de viajar a Europa por estudios.
Asimismo, un país que no me causaba ni la mayor atracción, tal vez por el frío que debe sentirse, era Suecia. Al regresar a Panamá, mi mejor amigo me recomendó la trilogía de Stieg Larsson, un escritor sueco que escribió la saga Milenium como la conocen algunos, pero que en realidad son tres novelas: "Los hombres que no amaban a las mujeres", "La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina" y "La reina en el palacio de las corrientes de aire". Al terminarla me dije: tengo que conocer Suecia y Estocolmo. La novela da pistas de la cultura, política y lugares suecos. Para una persona del otro continente, resulta interesante por ejemplo cómo Larson narra la experiencia de su protagonista en las cárceles abiertas.
En ocasiones, el género literario coloca en el mapa turístico ciertos sitios. En Estocolmo, existen giras para conocer los lugares en que la trilogía se desarrolló, aquí una página web http://www.larutademillennium.com/estocolmo/millennium/lugares.php que informa y detalla los sitios por si algún día te das una vuelta por allá.
También, la música juega un papel en posicionar sitios, recuerdo que una amiga me comentó que cuando fue a República Dominicana, lo primero que visitó fue San Pedro de Macoris, todo por Juan Luis Guerra, al final no era tan atractivo como la canción, pero le quedó de satisfacción. Y qué decir, de los tours que se formaron por "Código Da Vinci". En la actualidad, si te interesa puedes buscar en http://www.paris-tour-sightseeing.com/visitar-paris/codigo-da-vinci.html o en google. También hay tours de Harry Potter, aunque usted no lo crea.
Sobre Harry Potter, tengo que expresar que la escritora, quien vivió en Portugal muchos años, se inspiró en muchas de las cosas que observó en ese país para confeccionar su historia. Es decir, que el viaje fue al revés, de la realidad a la ficción. Si viajas a Coimbra, en la Universidad de Coimbra encontrarás el verdadero uniforme de este joven mago o de dónde la escritora se inspiró. En Oporto podrás encontrar la librería Lello e Irmao, una librería muy linda, que parece de cuento. No he leído los libros, pero tengo muchos amigos que siguieron las aventuras del joven mago, en esa librería se rodaron algunos momentos de las películas de Harry Potter.
En fin, si no sabes cuál es tu destino, una buena historia puede resolver este problema, además una novela puede transportarte sin escalas y sin problemas de vuelo a cualquier lugar del mundo tanto en el presente, pasado o futuro.
¿A que las capas no se parecen ah? Universidad de Coimbra |
Sobre Harry Potter, tengo que expresar que la escritora, quien vivió en Portugal muchos años, se inspiró en muchas de las cosas que observó en ese país para confeccionar su historia. Es decir, que el viaje fue al revés, de la realidad a la ficción. Si viajas a Coimbra, en la Universidad de Coimbra encontrarás el verdadero uniforme de este joven mago o de dónde la escritora se inspiró. En Oporto podrás encontrar la librería Lello e Irmao, una librería muy linda, que parece de cuento. No he leído los libros, pero tengo muchos amigos que siguieron las aventuras del joven mago, en esa librería se rodaron algunos momentos de las películas de Harry Potter.
En fin, si no sabes cuál es tu destino, una buena historia puede resolver este problema, además una novela puede transportarte sin escalas y sin problemas de vuelo a cualquier lugar del mundo tanto en el presente, pasado o futuro.
Esto es muy cierto... y no solo las novelas inspiran a viajar, tambien las series de television o películas.
ResponderEliminarA mí particularmente me encantaría visitar Japón porque me crie viendo las series anime Sakura Card Captor, Dragon Ball, Sailor Moon y me gustaria visitar el lugar donde se crearon estas series.
Ojalá te salga el viaje... Recuerda debes ir al barrio de los comics =)
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